El Financiero-Opinión Claudia Olguín: Coliving or not coliving

Su llegada al mercado inmobiliario no es fortuita. En México y otros países como Estados Unidos, la crisis de vivienda está motivando a jóvenes profesionales a grandes ciudades. Son un grupo de trabajadores educados que buscan estar cerca de sus lugares de trabajo, pero que no disponen del recurso para comprar una propiedad.

Esos nuevos requerimientos de vivienda en renta, motivaron el surgimiento de casos de proyectos para el coliving. Un reporte de la firma Cushman & Wakefield (C&W) asegura que factores como ubicación, convivencia, comunidad y accesibilidad son la clave del crecimiento.

En México, una de las primeras incursiones fue la desarrollada desde el año pasado por la firma RETNA incursiona en el segmento del coliving en la Ciudad de México (CDMX).

Con dos variables de costo de arrendamiento dirigidas a los nichos de inquilinos jóvenes de altos y medianos ingresos, la empresa creó dos conceptos para quienes están dispuestos a pagar por un departamento con servicios compartidos desde 5,000 hasta $18,000 pesos al mes.

La diferencia además del costo de las marcas Weave y Koon, radica en factores como la ubicación y las amenidades integradas a los mismos. Es un modelo que va más allá de la oferta de las tradicionales suites.

Rodrigo Barrera, fundador de RETNA, dice que eligieron un inmueble a remodelar en la colonia Anzures por la ubicación y las facilidades adicionales que permite el proyecto arquitectónico de renovación.

No es un dorm, ni a lo que se accede en un departamento conroomies. Es un concepto habitacional similar a lo ofrecido por el coworking. Operado por Club de Rentas, con 3 años de experiencia en el mercado, el primer proyecto Weave Anzures está planeado, como otras opciones en evaluación, para un mercado que se ubica a no más de 20 minutos al trabajo porque privilegia la movilidad.

Sin embargo, pese a sus beneficios, un número de operadores en Estados Unidos está experimentando áreas de oportunidad ante factores a considerar para su evolución.

Una de ellas es que los residentes urbanos gastan más de 30% de sus ingresos en el arrendamiento. Otra son el matrimonio y la formación familiar atrasadas. Y en definitivo, el logro educativo y cuentas de ahorro llegaron a niveles récord respecto a la deuda educativa.

En consecuencia, los operadores están buscando nuevas opciones para diferenciar los desarrollos y generar una base de rentas que maximice los ingresos.

Pese a los cuestionamientos que han surgido en los últimos días en torno a Pulso Inmobiliario en su proyecto Encuentro Oceanía, el grupo inmobiliario logró lo que muchos perseguían hace tiempo: conquistar al IKEA para ubicar su primera tienda en México.

Si los tiempos se cumplen, el proyecto abrirá sus puertas en octubre de 2020 y la tienda del gigante sueco concretará su llegada a América Latina desde nuestro país.

El proyecto está a un kilómetro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (CDMX), el complejo cuenta con más de 75 mil metros cuadrados de área rentable. En él operarán 15 salas de cine, 150 locales comerciales, 14 restaurantes, áreas de comida y distintos conceptos de entretenimiento.

No olvidemos que otra incursión relevante en el mercado es Manacar, una de las últimas obras que el desaparecido Teodoro González de León, logró hacer realidad.

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